Ángela Nemes es la nueva adjudicataria del servicio.
Valfonda de Santa Ana ha reabierto las puertas de su bar social. Ángela Nemes es la nueva adjudicataria del servicio. La hostelera, que cuenta con una amplia experiencia en el sector, ya luce su mejor sonrisa detrás de la barra. Su objetivo es revitalizar el establecimiento y ofrecer un servicio de calidad.
«Me gusta trabajar de cara al público; charlar con la gente, reír y disfrutar. Al final, un bar es un espacio de convivencia y socialización», señala. Y acierta. Para las pequeñas localidades, los establecimientos hosteleros resultan vitales, ya que suelen convertirse en el principal lugar de encuentro y reunión.
Ángel Nemes llevaba un año trabajando como empleada en el bar de la cercana localidad de Almuniente. La hostelera es natural de Rumanía y lleva casi dos décadas residiendo en España.
La reapertura oficial del bar social tuvo lugar este pasado fin de semana. El acto coincidió con la celebración del carnaval infantil, lo que hizo que el ambiente fuera inmejorable. En total, a lo largo del fin de semana, sirvieron más de 40 cenas. «La respuesta de la gente ha sido estupenda», señala Nemes.
La hostelera se muestra «feliz» con esta nueva oportunidad laboral, que, al mismo tiempo, supone un cambio de vida. De hecho, al convertirse en adjudicataria del servicio, ha ocupado la vivienda situada en la parte superior del establecimiento y por lo tanto, se ha trasladado a vivir a Valfonda de Santa Ana. En su nueva etapa, cuenta con la ayuda y compañía de su hijo, Calin.
Ángela Nemes tiene muchos planes para su nuevo establecimiento. De hecho, tiene previsto servir menú semanal y además, almuerzos y cenas. También está dispuesta a acoger pequeñas celebraciones como cumpleaños o bautizos. «Los principios siempre cuestan y además, soy muy consciente de que es un trabajo sacrificado, pero estoy contenta e ilusionada. Me gusta estar detrás de la barra y me iré adaptando a la demanda de los clientes», explica.
Hasta su llegada, tan apenas conocía la localidad de Valfonda de Santa Ana. En su opinión, es un lugar «perfecto» para vivir y trabajar. «Me gusta conocer a la gente. En los sitios pequeños, la relación con la clientela es más cercana y familiar; estoy encantada», afirma. Durante los meses de invierno, el horario del bar será de 9.00 a 22.00 horas.